Una nueva oportunidad
Hoy es un día de nuevas oportunidades y es que una de las cosas que me
fascinan de Dios es que siempre hay una nueva oportunidad para comenzar. La
Biblia lo dice: “Esto traigo a mi
corazón, por esto tengo esperanza: Que las misericordias del SEÑOR jamás
terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡grande es tu
fidelidad!” Lamentaciones 3: 21-23
Es sorprendente la forma de cómo Dios tiene
misericordia sobre nosotros, es increíble su perdón derramado sobre nuestras
vidas, porque aun cuando fallamos y hacemos totalmente lo contrario a lo que El
nos manda, siempre está dispuesto a perdonarnos y darnos una nueva
oportunidad.
A través de la Biblia podemos ver historias de
hombres de Dios que experimentaron una nueva oportunidad para su vida, y hoy me
quiero referir en especial a David, el dulce cantor de Israel, aquel hombre que
escribió salmos tan hermosos y que desde joven fue escogido por Dios para ser el
próximo rey de Israel, de hecho fue el rey más querido de la historia de Israel
y hasta fue llamado por Dios como: “Un hombre conforme a su
corazón”.
Pero este hombre no siempre hizo lo bueno, no
siempre fue perfecto, de hecho personalmente veo en David un hombre normal, con
fortalezas, pero también con debilidades, pero sobre todo con un corazón sincero
delante de Dios, muy pareció a nosotros hoy en día.
Y es que nadie va por la vida queriendo fallar a
Dios, queriendo ofenderlo, creo que todos nos levantamos cada mañana dándole
gracias a Dios por la vida que nos ha dado y sobre todo con el anhelo de
quererlo agradar. Pero que no se nos olvide también que somos débiles, que se
nos hace muy fácil hacer lo malo y muy difícil hacer lo bueno y David era uno
más como nosotros, de carne y hueso.
Y es que vemos a David siendo tentado al ver a
una mujer hermosa bañándose (Betsabé), la
manda a traer, duerme con ella, la mujer queda embarazada, David hace lo posible
para que su esposo Urías Heteo duerma con ella para que todo el mundo creyera
que el hijo que ella esperaba era de Urías su esposo y no del flamante rey
David. El plan no le funciona a David y
no tiene otra idea más que dar la orden que Urías muera en el campo de batalla
(la mayoría conocemos la historia y si no leamos en 2 Samuel capitulo 11 en adelante).
Es una de las historias más tristes, digo
tristes porque por un momento me pongo en los zapatos del dulce cantor de
Israel, estoy seguro que David nunca quiso fallar, de hecho, estoy seguro que
ese día se levanto con la intención de adorar a Dios, pero no siempre nuestras
buenas intenciones le ganan a nuestros malos deseos. David, fallo, casi estoy
seguro que él se sintió muy pero muy mal, y es que nadie que peca ocultamente se
siente satisfecho de lo que ha hecho y más aun, cuando hemos tenido un verdadero
encuentro personal con Dios.
La historia del pecado de David es muy similar a
lo que nosotros hacemos muchas veces en nuestra vida, tal vez no en las mismas
áreas, pero sí de la misma forma, es decir: Hacemos lo que no queremos hacer y
luego todo se nos complica.
Quizá en estos días todo estaba casi perfecto,
te levantaste con la intención más pura de agradar a Dios, propusiste en tu
corazón tratar de hacer bien las cosas, pero de pronto fuiste seducido a hacer
lo que realmente no querías hacer y fallaste, y ahora sientes que todo se vino
abajo, que Dios no te perdonara mas y que esto era lo más terrible que podías
haber hecho.
Sé que es sentirse así, se la angustia de espíritu que conlleva hacer lo que no queremos
hacer, se lo difícil que se nos hace tratar de llegar delante de Dios con una
carga de vergüenza por haber hecho lo contrario a lo que en nuestro corazón
queríamos hacer.
Dios te conoce, El sabe todo acerca de nosotros,
mas allá de lo que hiciste Dios también observa tu corazón, El sabe que hay en
ti una intención fuerte de agradarlo, pero por alguna razón eres bastante débil
en ciertas áreas de tu vida que te llevan a hacer lo contrario a lo que
quisieras. Dios sabe cuáles son tus debilidades, sabe que hay áreas en tu vida
que necesitas llevar delante de Él, para que te ayude a superarlas, pero aun
cuando sabe TODO de ti, tus defectos, tus debilidades, tu
carácter y todo, te sigue amando, porque eres su hijo, porque te ha amado con un
amor que es eterno.
David fallo, pero Dios lo perdono y le dio una
nueva oportunidad. Las consecuencias de su pecado fueron duras para él, el hijo
que Betsabé tenía en su vientre murió al poco de nacer. Pero David comprendió
que Dios le había dado a él una nueva oportunidad.
¿Sabes?, Dios también quiere darte a ti y a mí
una nueva oportunidad. No por lo bueno que seamos, ni por lo perfectos que
somos, porque tú sabes muy bien que no somos ninguna de las dos cosas, pero Dios
que conoce nuestro corazón sabe que anhelamos hacer su voluntad, que lo amamos,
pero también sabe que nos cuesta.
David reconoció su falla y Dios también le dio
una nueva oportunidad de vida, la Biblia dice: “—¡He pecado contra el
Señor! —reconoció David ante Natán. —El Señor ha perdonado ya tu pecado, y no
morirás —contestó Natán—“ 2 Samuel 12:13 (Nueva Versión
Internacional).
¡Qué lindo es Dios! Aun cuando merecemos ser
duramente juzgados por nuestros hechos, El siempre esta dispuestos a perdonarnos
cuando reconocemos con sinceridad nuestras faltas.
Hoy Dios quiere darnos una oportunidad mas, ¿Qué
actitud tomaras?, hagamos que esa nueva oportunidad valga la pena, esforcémonos
por agradar a Dios, no nos cansemos de intentarlo. Hagamos que Dios se siente
orgullosos de nosotros sus hijos, porque somos luchadores, porque no nos
rendimos, porque no somos de los que retroceden, sino de los que avanzan.
Es momento de sincerarnos delante de Dios, si es
necesario pedir perdón una vez más, pero con un corazón sincero y verdadero, y
entonces Dios te perdonara. No te culpes más de lo que Dios ya te perdono, al
contrario has que su nueva oportunidad sobre tu vida valga la pena.
Jamás te sientas indigno de sus oportunidades,
porque si Dios te da una nueva oportunidad, es porque El ve en ti una capacidad
especial para aprovecharla y si Dios cree en ti, entonces ¡AVANZA sin
temor!
¡Hoy es un día de nuevas
oportunidades!
fascinan de Dios es que siempre hay una nueva oportunidad para comenzar. La
Biblia lo dice: “Esto traigo a mi
corazón, por esto tengo esperanza: Que las misericordias del SEÑOR jamás
terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡grande es tu
fidelidad!” Lamentaciones 3: 21-23
Es sorprendente la forma de cómo Dios tiene
misericordia sobre nosotros, es increíble su perdón derramado sobre nuestras
vidas, porque aun cuando fallamos y hacemos totalmente lo contrario a lo que El
nos manda, siempre está dispuesto a perdonarnos y darnos una nueva
oportunidad.
A través de la Biblia podemos ver historias de
hombres de Dios que experimentaron una nueva oportunidad para su vida, y hoy me
quiero referir en especial a David, el dulce cantor de Israel, aquel hombre que
escribió salmos tan hermosos y que desde joven fue escogido por Dios para ser el
próximo rey de Israel, de hecho fue el rey más querido de la historia de Israel
y hasta fue llamado por Dios como: “Un hombre conforme a su
corazón”.
Pero este hombre no siempre hizo lo bueno, no
siempre fue perfecto, de hecho personalmente veo en David un hombre normal, con
fortalezas, pero también con debilidades, pero sobre todo con un corazón sincero
delante de Dios, muy pareció a nosotros hoy en día.
Y es que nadie va por la vida queriendo fallar a
Dios, queriendo ofenderlo, creo que todos nos levantamos cada mañana dándole
gracias a Dios por la vida que nos ha dado y sobre todo con el anhelo de
quererlo agradar. Pero que no se nos olvide también que somos débiles, que se
nos hace muy fácil hacer lo malo y muy difícil hacer lo bueno y David era uno
más como nosotros, de carne y hueso.
Y es que vemos a David siendo tentado al ver a
una mujer hermosa bañándose (Betsabé), la
manda a traer, duerme con ella, la mujer queda embarazada, David hace lo posible
para que su esposo Urías Heteo duerma con ella para que todo el mundo creyera
que el hijo que ella esperaba era de Urías su esposo y no del flamante rey
David. El plan no le funciona a David y
no tiene otra idea más que dar la orden que Urías muera en el campo de batalla
(la mayoría conocemos la historia y si no leamos en 2 Samuel capitulo 11 en adelante).
Es una de las historias más tristes, digo
tristes porque por un momento me pongo en los zapatos del dulce cantor de
Israel, estoy seguro que David nunca quiso fallar, de hecho, estoy seguro que
ese día se levanto con la intención de adorar a Dios, pero no siempre nuestras
buenas intenciones le ganan a nuestros malos deseos. David, fallo, casi estoy
seguro que él se sintió muy pero muy mal, y es que nadie que peca ocultamente se
siente satisfecho de lo que ha hecho y más aun, cuando hemos tenido un verdadero
encuentro personal con Dios.
La historia del pecado de David es muy similar a
lo que nosotros hacemos muchas veces en nuestra vida, tal vez no en las mismas
áreas, pero sí de la misma forma, es decir: Hacemos lo que no queremos hacer y
luego todo se nos complica.
Quizá en estos días todo estaba casi perfecto,
te levantaste con la intención más pura de agradar a Dios, propusiste en tu
corazón tratar de hacer bien las cosas, pero de pronto fuiste seducido a hacer
lo que realmente no querías hacer y fallaste, y ahora sientes que todo se vino
abajo, que Dios no te perdonara mas y que esto era lo más terrible que podías
haber hecho.
Sé que es sentirse así, se la angustia de espíritu que conlleva hacer lo que no queremos
hacer, se lo difícil que se nos hace tratar de llegar delante de Dios con una
carga de vergüenza por haber hecho lo contrario a lo que en nuestro corazón
queríamos hacer.
Dios te conoce, El sabe todo acerca de nosotros,
mas allá de lo que hiciste Dios también observa tu corazón, El sabe que hay en
ti una intención fuerte de agradarlo, pero por alguna razón eres bastante débil
en ciertas áreas de tu vida que te llevan a hacer lo contrario a lo que
quisieras. Dios sabe cuáles son tus debilidades, sabe que hay áreas en tu vida
que necesitas llevar delante de Él, para que te ayude a superarlas, pero aun
cuando sabe TODO de ti, tus defectos, tus debilidades, tu
carácter y todo, te sigue amando, porque eres su hijo, porque te ha amado con un
amor que es eterno.
David fallo, pero Dios lo perdono y le dio una
nueva oportunidad. Las consecuencias de su pecado fueron duras para él, el hijo
que Betsabé tenía en su vientre murió al poco de nacer. Pero David comprendió
que Dios le había dado a él una nueva oportunidad.
¿Sabes?, Dios también quiere darte a ti y a mí
una nueva oportunidad. No por lo bueno que seamos, ni por lo perfectos que
somos, porque tú sabes muy bien que no somos ninguna de las dos cosas, pero Dios
que conoce nuestro corazón sabe que anhelamos hacer su voluntad, que lo amamos,
pero también sabe que nos cuesta.
David reconoció su falla y Dios también le dio
una nueva oportunidad de vida, la Biblia dice: “—¡He pecado contra el
Señor! —reconoció David ante Natán. —El Señor ha perdonado ya tu pecado, y no
morirás —contestó Natán—“ 2 Samuel 12:13 (Nueva Versión
Internacional).
¡Qué lindo es Dios! Aun cuando merecemos ser
duramente juzgados por nuestros hechos, El siempre esta dispuestos a perdonarnos
cuando reconocemos con sinceridad nuestras faltas.
Hoy Dios quiere darnos una oportunidad mas, ¿Qué
actitud tomaras?, hagamos que esa nueva oportunidad valga la pena, esforcémonos
por agradar a Dios, no nos cansemos de intentarlo. Hagamos que Dios se siente
orgullosos de nosotros sus hijos, porque somos luchadores, porque no nos
rendimos, porque no somos de los que retroceden, sino de los que avanzan.
Es momento de sincerarnos delante de Dios, si es
necesario pedir perdón una vez más, pero con un corazón sincero y verdadero, y
entonces Dios te perdonara. No te culpes más de lo que Dios ya te perdono, al
contrario has que su nueva oportunidad sobre tu vida valga la pena.
Jamás te sientas indigno de sus oportunidades,
porque si Dios te da una nueva oportunidad, es porque El ve en ti una capacidad
especial para aprovecharla y si Dios cree en ti, entonces ¡AVANZA sin
temor!
¡Hoy es un día de nuevas
oportunidades!